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marzo 30, 2023 in Santo del día

Santoral del día 31 de marzo de 2023 ::S. BENJAMÍN, DIÁCONO Y MÁRTIR

Cada 31 de marzo, la Iglesia celebra a San Benjamín de Argol, diácono y mártir.

San Benjamín de Persia, como también es conocido, vivió entre los siglos IV y V, en tiempos del Imperio sasánida, ubicado en el actual territorio de Irán, en Asia occidental.

Bajo el yugo de la persecución

A inicios del siglo V, dos reyes persas, primero, Yazdegerd I (Isdegerd) y, después, su hijo y sucesor, Varanes V, mantuvieron una cruel persecución contra los cristianos que duró alrededor de 40 años.

Fueron décadas penosas en las que creer en Cristo conllevaba un riesgo tremendo. Ya años antes de iniciada esta persecución, el rey Sapor II había echado mano de la comunidad cristiana, sacrificando muchas vidas y dejando a la Iglesia local en escombros.

Cuando parecía que la hostilidad era cosa del pasado, Yazdegerd -sucesor de Bahram IV- dio la orden de acabar con las manifestaciones cristianas y exigir que todo seguidor de la religión de Jesús de Nazaret apostatara públicamente so pena de muerte.

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Benjamín, quien había nacido alrededor del año 329, era en los días de Yazdegerd un joven diácono de gran celo apostólico y notable elocuencia, conocido por su espíritu caritativo con los más débiles.

El diácono, a pesar de los peligros, había continuado con su servicio y llegó a hacerse de una extensa fama de santidad; había logrado muchas conversiones y, para cuando ya vestía canas, tuvo éxito incluso entre los sacerdotes de Zaratustra, el profeta fundador del mazdeísmo.

El Señor es luz en todo lugar

Si bien el rey Yazdegerd I había detenido temporalmente la persecución iniciada por su abuelo, Sapor II, montó en cólera cuando un sacerdote cristiano de nombre Hasu y sus allegados incendiaron el “Templo del fuego”, principal objeto del culto de los persas.

Acusados de sacrilegio, fueron arrestados el obispo Abdas, los presbíteros Hasu e Isaac, un diácono y dos fieles laicos. Estos fueron condenados a muerte por negarse a reconstruir el templo destruido. La afrenta contra los persas dio inicio a la nueva persecución, esta vez , por orden de Yazdegerd.




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