julio 12, 2023 in Actualidad

Santa Misa

Para el cristiano, la Eucaristía es la fuente y culmen, o cima, de la vida cristiana. (CEC 1324) Los demás sacramentos, así como los demás ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan.

La Misa se compone de dos grandes momentos que constituyen un “solo acto de culto”: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística.

La Liturgia de la Palabra es la primera parte de la Misa, donde se proclama la Palabra de Dios mediante las lecturas bíblicas. Esta se compone de la Primera Lectura, el Salmo, la Segunda Lectura, los Evangelios, la Homilía y la Oración Universal. (CEC 1346)

La Liturgia Eucarística es el segundo momento de la Misa, con la presentación del pan y el vino, la acción de gracias y la comunión. Aquí es donde Jesucristo se hace presente como alimento para la Iglesia en el Sacramento del Altar. (CEC 1346)

El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio.

La Eucaristía es también el sacrificio de la Iglesia. La Iglesia, que es el cuerpo de Cristo, participa en la ofrenda de su Cabeza. Con Él, ella se ofrece totalmente. Se une a su intercesión ante el Padre por todos los hombres. En la Eucaristía, el sacrificio de Cristo es también el sacrificio de los miembros de su cuerpo. La vida de los fieles, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo y a su total ofrenda, y adquieren un valor nuevo. (CEC 1368).

Jesús proclamó: “Este es mi Cuerpo que será entregado por ustedes” y “esta copa es la Nueva Alianza, es mi sangre que será derramada por ustedes”.




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