Lecturas del día 18 de octubre de 2023
Primera lectura
Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme también los libros y especialmente los pergaminos.
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.
Salmo Responsorial
R. (12a) Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Que te alaben, Señor, todas tus obras
y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino
y den a conocer tus maravillas.
R. Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Que muestren a los hombres tus proezas,
el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre
y tu imperio, por todas las generaciones.
R. Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Siempre es justo el Señor en sus designios
y están llenos de amor todas sus obras.
No está lejos de aquellos que lo buscan;
muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
R. Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Aclamación antes del Evangelio
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor,
para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
R. Aleluya.
Evangelio
Reflexión
FIESTA DEL EVANGELISTA LUCAS
En la fiesta del evangelista San Lucas, no solo conocido como uno de los cuatro evangelistas, sino también como médico, es una figura emblemática en la historia del cristianismo. Su narración detallada y compasiva en el Evangelio revela una perspectiva única, resaltando la misericordia y compasión de Jesús, especialmente hacia los marginados y oprimidos. Esta perspectiva puede ser un reflejo de su propia formación y experiencia como médico, atendiendo y comprendiendo el sufrimiento humano.
En la segunda carta de Pablo a Timoteo, se presenta en el contexto del final de la vida de Pablo, probablemente escrito desde una prisión en Roma. La carta refleja el deseo de Pablo de ver a Timoteo por última vez y las dificultades que enfrenta en su encarcelamiento, marcadas por el abandono de muchos compañeros. Teológicamente, el pasaje subraya el concepto de perseverancia en la fe y la importancia de la comunidad cristiana. A pesar de la traición y el abandono, Pablo encuentra consuelo en la presencia de Lucas y en la protección divina que lo ha librado de “la boca del león”. Espiritualmente, el pasaje es una reflexión sobre la lealtad, la soledad, la esperanza y la confianza en Dios. Aunque rodeado de adversidad, Pablo permanece firme en su misión y encuentra fortaleza en la fe y en los pocos amigos leales que tiene a su lado.
El Salmo 144 es una oración atribuida al rey David. Este pasaje particular destaca la magnitud y fidelidad de Dios hacia su pueblo, contrastando la grandeza divina con la fragilidad humana. El salmo resalta la bondad, justicia y cercanía de Dios hacia todos los que lo invocan con sinceridad. La referencia a la descendencia y prosperidad de Israel en el versículo 12 y 13ab es una bendición que refleja la promesa divina de fecundidad y prosperidad. Es una invitación a confiar en la providencia divina y a reconocer la bondad de Dios en nuestras vidas. A pesar de nuestras limitaciones y fragilidad, Dios está cerca de aquellos que lo llaman, ofreciendo protección, amor y misericordia.
El Evangelio (Lc 10, 1-9), nos sitúa en el corazón de la misión evangelizadora, mostrando a Jesús enviando a sus discípulos a proclamar la cercanía del Reino de Dios. Esta misión, aunque llena de desafíos, es una invitación a confiar en la providencia de Dios y a ser portadores de paz y sanación. Los discípulos son enviados de dos en dos, resaltando la importancia de la comunión y el apoyo mutuo en la tarea evangelizadora. La instrucción de Jesús de ir con lo esencial, evitando las distracciones, nos desafía a vivir una misión centrada y despojada, enfocada en lo esencial del mensaje del Reino. La misión que Jesús encomienda a sus discípulos en el Evangelio, resuena hoy en nuestros corazones, invitándonos a ser también nosotros trabajadores en la mies del Señor, llevando la luz y la esperanza del Evangelio a todos los rincones del mundo. Esta llamada a la evangelización nos impulsa a seguir los pasos de San Lucas, siendo testigos vivos de la fe y la esperanza cristiana en nuestro entorno, y contribuyendo al crecimiento del Reino de Dios en la tierra. Con cada acto de amor, cada palabra de verdad y cada gesto de misericordia, continuamos la obra evangelizadora, extendiendo la paz y la sanación del Señor en un mundo necesitado de su amor redentor.
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