septiembre 23, 2023 in Actualidad

“Nuevo diácono arquidiocesano”

“¡Que locura vivir esta lógica de Dios!”, dice entre risas el joven Andrés Constantino Azofeifa, quien celebró su Ordenación Diaconal este sábado 23 de septiembre, en el templo parroquial San Francisco de Asís en Tabarcia de Mora, de donde es oriundo, por imposición de manos del arzobispo metropolitano, Mons. José Rafael Quirós.

De esta forma, el continúa su camino para, con la ayuda de Dios, ordenarse presbítero. Como diácono, este joven tendrá entre sus tareas asistir al sacerdote en la celebración de la Santa Eucaristía, proclamar el Evangelio, distribuir la Sagrada Comunión, bautizar, presidir funerales, administrar el Sacramento del Matrimonio, ofrecer la Homilía, entre otras actividades pastorales a solicitud del obispo diocesano.

 

La llamada del Señor a Andrés fue gradual. Desde pequeño experimentó el amor de Dios a través del testimonio de sus padres y hermanos. Cuando tenía 15 años de edad participó en un retiro kerigmático, que describe como un pozo de cual aun saca agua para refrescarse y reponer fuerzas.

Este muchacho de 28 años de edad hace una analogía con el Evangelio de San Juan 1,35ss, cuando Jesús ve a los dos discípulos y les pregunta “¿qué buscan?” Y ellos le responden: “Maestro ¿dónde vives?” Y la gran respuesta de Jesús “vengan y verán”.

“Para mí -cuenta-, fue el sábado 31 de julio y 1 de agosto en CAJUCA (Campamentos Juveniles Católicos), en medio de un grupo de jóvenes. Ese encuentro de Jesús fue tan hondo que cuando regresé a mi casa mi hermano me dijo: “Lo veo diferente, pero no entiendo qué es”. Y yo no era consciente de lo que Jesús estaba haciendo en mí”.

Era una satisfacción diferente a la que sentía en otras actividades artísticas y deportivas en las que participaba, según comentó. Conforme crecía en el servicio eclesial experimentaba regocijo y plenitud. “En términos de discernimiento ignaciano, vivía el consuelo y la paz dinámica que no encontraba en otro lugar”, expresó.

Ya en la universidad, Andrés comenzó a cuestionarse con más fuerza qué camino debía tomar e inició un proceso de discernimiento para descubrir si el llamado era al matrimonio, al sacerdocio, a la vida religiosa… Hasta que en 2014 optó definitivamente por ingresar al Seminario.

“Hoy ya a pocas días de la Ordenación Diaconal me encuentro con un profundo agradecimiento con Dios por tanta providencia y por ponerme en el camino a tantas personas que de alguna u otra forman han contribuido a forjar mi respuesta vocacional, porque en definitiva este camino no se puede hacer solo”, afirmó.

Andrés agrega que su vocación es fruto de la oración y del testimonio de muchas personas,  “quienes me llevan ser consciente de la responsabilidad a lo que Dios me llama, a tomar la cruz y seguirlo”.

Asimismo, subraya que no se trata de realización personal, sino de un llamado al servicio, que espera responder con mucha alegría. Él dice: “Quiero entregar de forma sincera y libre mi vida por Cristo, y aún en medio de mis limitaciones, virtudes y defectos, me apasiona poder vivir la Buena Noticia de Jesús: “Ámense unos a otros como yo los he amado” (Jn 15,12).  “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5,43–44).

Fuente:ecocatolico.org

 




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