Guía para hacer una buena confesión
Para facilitar el examen de conciencia, presentamos una guía en forma de preguntas
Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonado;
a quienes los retengáis,
les quedan retenidos.
(Jn20,23)
Preparación para la confesión
¿ Que se necesita para confesarse bien ?
- Examen de conciencia: Que consiste en recordar todos los pecados que hemos cometido desde la última confesión.
- Arrepentimiento: Que consiste en sentir sincero dolor de haber ofendido a Dios; y detestar el pecado. (Para alcanzar el arrepentimiento hay que pedírselo a Dios)
- Propósito de la enmienda: Que consiste en decidirse firmemente a no volver a pecar; en estar dispuestos a evitar el pecado, cueste lo que cueste.
- Confesión: Que consiste en decirle al Sacerdote todos los pecados que hemos descubierto en el examen de conciencia.
Esta confesión de pecados debe ser:
- Sincera: Es decir, sin querer engañar al Sacerdote, pues a Dios es imposible engañarlo.
- Completa: Es decir, sin callarse ningún pecado.
- Humilde: Es decir, sin altanería ni arrogancia.
- Prudente: Es decir, que debemos usar palabras adecuadas y correctas, y sin nombrar personas ni descubrir pecados ajenos.
- Breve: Es decir, sin explicaciones innecesarias, y sin mezclarle otros asuntos.
Satisfacción: Que consiste en cumplir la penitencia que nos impone el sacerdote, con la intención de reparar los pecados cometidos. Es obligatorio cumplir la penitencia, porque es parte del mismo sacramento.
Guía para el examen de conciencia:
Para facilitar el examen de conciencia, se presenta a continuación una guía en forma de preguntas. LEA DESPACIO y MEDITE cada pregunta, y si lo desea, haga una lista de sus pecados para que ninguno se le olvide cuando llegue el momento de confesarlos ante el Sacerdote.
- ¿Cuanto tiempo hace que me confesé la última vez?
- ¿Cumplí completamente la penitencia que me impuso el Sacerdote?
- ¿Qué se me olvidó o que pecado grave callé en confesiones anteriores?
1.- AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
“Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto,
de la casa de la servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mi.
No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos,
Ni de lo que hay abajo en la tierra. No te postraras ante ellas ni les darás culto”
(Ex 20,2-5; Dt 5, 6-9)
“Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, solo a El darás culto”
(Mt 4,10)
Deja una respuesta