febrero 12, 2024 in Evangelios

Lecturas del 13 de febrero del 2024

Martes de la VI semana del Tiempo ordinario

Lectionary: 336

Primera lectura

Sant 1, 12-18
Hermanos: Dichoso el hombre que sufre la tentación, porque después de superarla, recibirá en premio la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que lo aman.

Que nadie diga, cuando sufre una tentación, que es Dios el que lo tienta, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni pone él mismo a nadie en tentación. Más bien, cuando alguno es tentado, es su propia concupiscencia la que lo arrastra y lo seduce. La concupiscencia concibe y da a luz al pecado; y el pecado, cuando madura, engendra la muerte.

No se equivoquen, queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por su propia voluntad nos engendró mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas.

Salmo Responsorial

Salmo 93, 12-13a 14-15. 18-19
R. (12a) Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Señor, dichoso aquel a quien tú educas,
y enseñas a cumplir tus mandamientos;
cuando lleguen las horas de desgracia,
no perderá el sosiego.
R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Jamás rechazará Dios a su pueblo
ni dejará a los suyos sin amparo.
Hará justicia al justo
y dará un porvenir al hombre honrado.
R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Cuando me hallaba al borde del sepulcro,
tu amor, Señor, me conservó la vida;
cuando se multiplican mis problemas,
en tus consuelos halla mi delicia.
R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.

Aclamación antes del Evangelio

Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor.
R. Aleluya.

Evangelio

Mc 8, 14-21
En aquel tiempo, cuando los discípulos iban con Jesús en la barca, se dieron cuenta de que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían uno. Jesús les hizo esta advertencia: “Fíjense bien y cuídense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes”. Entonces ellos comentaban entre sí: “Es que no tenemos panes”.

Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: “¿Por qué están comentando que no trajeron panes? ¿Todavía no entienden ni acaban de comprender? ¿Tan embotada está su mente? ¿Para qué tienen ustedes ojos, si no ven, y oídos, si no oyen? ¿No recuerdan cuántos canastos de sobras recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil hombres?” Ellos le contestaron: “Doce”. Y añadió: “¿Y cuántos canastos de sobras recogieron cuando repartí siete panes entre cuatro mil?” Le respondieron: “Siete”. Entonces él dijo: “¿Y todavía no acaban de comprender?”

Reflexión

En este pasaje, Jesús reprende a sus discípulos por su falta de perspicacia espiritual. A pesar de haber presenciado tantos milagros y enseñanzas, todavía no comprenden la verdadera naturaleza de su Mesianismo.

La advertencia de Jesús: Jesús advierte a sus discípulos sobre la levadura de los fariseos y Herodes. Esta levadura representa las falsas doctrinas y actitudes que corrompen la fe. Los fariseos se caracterizaban por su legalismo extremo, mientras que Herodes era un títere del Imperio Romano. Ambos grupos representaban una amenaza para la auténtica enseñanza de Jesús.

La falta de comprensión de los discípulos: A pesar de la advertencia de Jesús, los discípulos no entienden a qué se refiere. Se centran en la preocupación material de no tener pan, olvidando las lecciones espirituales que Jesús les ha impartido.

Las preguntas de Jesús: Jesús les hace preguntas para ayudarles a reflexionar sobre su propia fe. Les recuerda los milagros de la multiplicación de los panes, donde Él proveyó para las necesidades de la multitud.

La enseñanza final: Jesús finalmente les explica que la levadura de la que habla no se refiere al pan, sino a las falsas doctrinas. Les exhorta a estar atentos y discernir cuidadosamente lo que escuchan.

Este pasaje nos recuerda la importancia de la vigilancia espiritual. Debemos estar atentos a las falsas doctrinas que pueden corromper nuestra fe. También nos enseña la importancia de discernir cuidadosamente lo que escuchamos y leemos, a la luz del Evangelio.

En el contexto histórico, la advertencia de Jesús sobre la levadura de los fariseos era especialmente relevante. Los fariseos habían acumulado un gran poder religioso y político, y su legalismo extremo estaba alejando a la gente de Dios. Jesús, por otro lado, predicaba un mensaje de amor, perdón y liberación.

Este pasaje sigue siendo relevante en la actualidad. Hay muchas falsas doctrinas circulando en nuestro mundo, y es importante que seamos capaces de discernirlas. Debemos estar atentos a las enseñanzas que no se basan en el Evangelio de amor y compasión.

También es importante que escuchemos la voz de Dios en nuestras vidas. Él nos habla a través de la Sagrada Escritura, la oración y la experiencia personal. Debemos estar dispuestos a seguir su guía, incluso cuando nos desafía o nos lleva por un camino inesperado.

El Evangelio de hoy nos invita a ser discípulos atentos y perspicaces. Debemos estar dispuestos a discernir cuidadosamente lo que escuchamos y leemos, y a seguir la guía de Dios en nuestras vidas. Solo así podremos evitar las falsas doctrinas y crecer en la verdadera fe.




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