La reciente exhortación apostólica “C’est la confiance” del Papa Francisco, emitida el 15 de octubre, es una profunda reflexión sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios, celebrando el 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Esta exhortación no solo conmemora el aniversario, sino que pretende inculcar las enseñanzas de Santa Teresa como un tesoro espiritual en el corazón de la Iglesia. Las palabras de Santa Teresa, “La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor”, resumen la quintaesencia de su espiritualidad y encuentran eco en la reflexión papal.

El 2023 ha sido un año de rememoración de dos fechas significativas en la vida de Santa Teresa; el 150º aniversario de su nacimiento el 2 de enero y el centenario de su beatificación el 23 de abril. Esta exhortación va más allá de una mera celebración, al ser presentada en la memoria de santa Teresa de Ávila, mostrando a santa Teresa del Niño Jesús como un fruto maduro de la reforma del Carmelo y la espiritualidad de la gran santa española. La exhortación se desglosa en cuatro capítulos profundamente reflexivos y 53 párrafos que esbozan la vida y la experiencia espiritual de la santa francesa del Carmelo de Lisieux, quien dejó el mundo terrenal a la temprana edad de 24 años.

El primero de estos capítulos, titulado “Jesús para los demás”, el Papa explora la experiencia cristiana de la santa, enfocada en su oración, vida mística, pero con un alma misionera y sin autoreferencialidad. La elección de su nombre religioso, que destaca a Jesús, el “Niño” que revela el misterio de la Encarnación y la “Santa Faz”, ilustra su devoción y amor por Jesús, cuyo nombre era “respirado” continuamente por Teresa como un acto de amor hasta su último aliento. Como Patrona de las misiones, se destaca la misión de Teresita de amar a Jesús y hacer que otros lo amen, una misión que se articula fervientemente en su testamento misionero, “Historia de un alma”.

La trayectoria de reconocimiento de Santa Teresa por la Iglesia es notable, con varios Papas admirando y reconociendo su estatura espiritual y contribuciones. Desde su encuentro con el Papa León XIII, quien le concedió permiso para entrar al Carmelo a los 15 años, hasta su canonización por Pío XI, y su declaración como doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II, su legado ha sido una luz guía en la Iglesia. La canonización de sus padres por el Papa Francisco en 2015, durante el Sínodo sobre la familia, también resalta la influencia perdurable de su familia en su camino espiritual.

La Confianza, el Amor y el Corazón del Evangelio

El segundo capítulo, “El caminito de la confianza y del amor”, el Papa Francisco reflexiona sobre el valor del camino de la infancia espiritual propuesto por Santa Teresa, que enfatiza la primacía de la acción de Dios y la confianza completa en la misericordia de Cristo. La santa, frente a una visión pelagiana de santidad, destaca la primacía de la gracia de Dios sobre el esfuerzo humano, invitando a una confianza plena en el amor de Cristo. Esta confianza, según el Papa, debería ser un abandono cotidiano en Dios, que se aplica a toda nuestra existencia, liberando una inmensa cantidad de amor y energía para buscar el bien de los demás.

En el tercer capítulo, “Seré el amor”, se despliega la respuesta confiada de Santa Teresa al amor misericordioso de Dios, a través del amor al prójimo. Su amor esponsal con Cristo, y su deseo de ser amor en el corazón de la Iglesia, resalta una vida de caridad vivida en sencillez y en las pequeñas cosas de la existencia cotidiana. El Papa Francisco señala que el descubrimiento de Santa Teresa del corazón ardiente de amor de la Iglesia es una gran luz para nosotros hoy, especialmente en un tiempo de repliegues y cerrazones.

Finalmente, en “En el corazón del Evangelio”, el último capítulo, el Papa destaca la centralidad del anuncio de una Iglesia misionera en la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo. Santa Teresa, una “doctora de la síntesis”, nos lleva al centro de lo esencial, mostrando la urgencia de algunas enseñanzas y normas de la Iglesia para la vida cristiana. La actualidad y la relevancia de Santa Teresa en la Iglesia moderna se celebran como una invitación a la salida misionera, atraídos por la atracción de Jesucristo y del Evangelio, concluyendo con una oración que pide a Santa Teresa ayudar a la Iglesia a reflejar la alegría del Evangelio y a confiar en el amor inmenso de Dios.

Fuente:vaticannews.va