Mansionero

Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, conmemoración de san Abundio, que, como narra el papa san Gregorio Magno, fue humilde y fiel mansionario de esta iglesia. (dagger; c.564)

Nuestro santo trabajaba como mansionario [1] en la basílica de San Pedro, San Gregorio Mango habla de él en su obra Diálogos, y esa es la única fuente de información con la que contamos, aunque no especifica la época en la que vivió.

San Gregorio lo describe como un hombre de gran humildad y que cumplía con tal dignidad sus deberes, que el mismo apóstol Pedro quería probar con un milagro cuánta  estima tenía para él.

En su relato San Gregorio cuenta que había una joven paralítica, que estaba frecuentemente en la basílica, para moverse arrastraba sus extremidades inertes sosteniendo su cuerpo con las manos.  Ella pedía insistentemente a San Pedro su curación.  Una noche el santo se le apareció en un sueño y le indicó que buscara a Abundio para ser curada. En su siguiente visita a la iglesia, le relató a Abundio su sueño, quien tomándola de la mano, lo devolvió la salud. Así finaliza esta historia.
[1] Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua mansionero es un eclesiástico que vivía dentro del claustro.

Algunos estudiosos piensan que el oficio de mansionario era el mismo que el de portero, San Gregorio indica que el oficio del mansionario era cuidar de la luminaria y encender las lámparas y velas. Posiblemente sus deberes hayan sido similares a los de un sacristán de nuestros días.