enero 16, 2023 in Actualidad

Recibió su Primera Comunión a los 94 años

La comunidad parroquial Nuestra Señora de Fátima, en Hatillo 3, San José, vivió un momento muy emotivo el pasado domingo 20 de noviembre, cuando doña María Cristina Gutiérrez Baltodano, de 94 años de edad, recibió su Primera Comunión.

El párroco, Pbro. Víctor Jiménez, conocido como el Padre Toto, se acercó a doña María, vestida con velo y sentada en una silla de ruedas, le dio el Sacramento de la Comunión y acarició cariñosamente el rostro lleno de emoción de esta nonagenaria. Tras esto, la asamblea rompió en aplausos.

Detrás de este momento se teje una historia de amor y servicio. Un día a Marieta, hija de doña María, le dijeron que ella podía pedir que un Ministro de la Comunión fuera a su casa para llevarle el Cuerpo de Cristo a su mamá.

Marieta conversó con Kathya Brenes, ministra extraordinaria de la Comunión, y le explicó la situación: Su madre había recibido el Sacramento del Bautismo, pero por diversos motivos nunca recibió la Primera Comunión, aunque solía asistir a Misa y siempre había manifestado su deseo de comulgar.

Kathya le comentó que si su mamá quería aun podía hacer la Primera Comunión. En coordinación con el Padre Toto se acordó darle una catequesis especial.

Debido a los problemas de movilidad de doña María, incluso Kathya se ofreció a ir personalmente a su casa para impartirle la catequesis. Así lo hizo. Después de varias sesiones, esta mujer de 94 años de edad recibió el jueves pasado, 17 de noviembre, en su casa al Padre Toto para tener el Sacramento de la Reconciliación.

Había cierta preocupación por hallar el acta de Bautismo. No obstante, doña María la conservaba muy bien cuidada en un lugar de su casa, pues había pedido este documento en los años 50 y desde entonces lo tenía bien guardado en una bolsita. Nació el 24 julio de 1928 y fue bautizada en noviembre de ese mismo año en El Carmen de Cartago.

El domingo, en la Misa de 5:00 p.m., según cuentan personas presentes, doña María lucía radiante, feliz y emocionada. Ella quiso usar un velo y la parroquia le obsequió uno que vistió para la ocasión, así como un ramo de flores.

“Ella estaba muy feliz, se le ve una cara tan llena de gozo, fue un deseo colmado”, dijo Kathya, su catequista.

Fuente:ecocatolico.org




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