Evangelio del 25 de setiembre del 2024 según Lucas 9, 1-6
Miércoles de la XXV semana del Tiempo ordinario
Lectionary: 451
Primera lectura
El Señor es un escudo para cuantos en él confían.
No alteres para nada sus palabras,
no sea que te reprenda y resultes mentiroso.
Dos cosas te pido, Señor, antes de morir,
no me las niegues:
líbrame de la falsedad y la mentira;
no me des pobreza ni riqueza,
dame tan sólo lo necesario para vivir,
no sea que la abundancia me aparte de ti
y me haga olvidarte;
no sea que la pobreza me obligue a robar
y me lleve a ofenderte.
Salmo Responsorial
Apártame de los caminos falsos
y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
Para mí valen más tus enseñanzas
que miles de monedas de oro y plata.
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
Tu palabra, Señor, es eterna,
más estable que el cielo.
Aparto mi pie de toda senda mala
para cumplir tus palabras.
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
Medito tus decretos
y odio el camino de la mentira.
Detesto y aborrezco la mentira
y amo tu voluntad.
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
Aclamación antes del Evangelio
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor;
arrepiéntanse y crean en el Evangelio.
R. Aleluya.
Evangelio
Y les dijo: “No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación”.
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes.
Reflexión
En el pasaje de Lucas 9, 1-6, observamos a Jesús reuniendo a los Doce apóstoles y otorgándoles poder y autoridad para expulsar demonios y sanar enfermedades. Los envía a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, instruyéndoles a no llevar nada para el camino . Les indica que, en cualquier casa que entren, permanezcan allí hasta su partida, y si no son recibidos, que sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos. Los discípulos parten y van de aldea en aldea, anunciando la Buena Nueva y sanando por todas partes.
El pasaje refleja el inicio de la misión apostólica. Los discípulos son enviados como representantes de Jesús, llevando su mensaje a diversas comunidades. La instrucción de no llevar provisiones enfatiza la dependencia total en la providencia divina y en la hospitalidad de aquellos que los acogerán. En esa época los viajeros dependían de la generosidad de otros, esta orden subraya la confianza en Dios y en la comunidad que los recibe.
El pasaje también resalta la transferencia de autoridad de Jesús a sus seguidores. Al otorgarles poder sobre los espíritus impuros y la capacidad de sanar, Jesús extiende su ministerio a través de ellos. La misión de proclamar el Reino de Dios implica no solo palabras sino acciones concretas que demuestran la cercanía y el amor de Dios hacia la humanidad.
La indicación de no llevar equipaje simboliza la llamada a la simplicidad y al desapego de las posesiones materiales. Esto permite a los discípulos enfocarse plenamente en su misión espiritual y confiar en la providencia divina. Además, sacudir el polvo de los pies cuando no son recibidos representa dejar atrás el rechazo y no permitir que obstaculice su propósito.
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