El Observatorio Socio- Pastoral de Movilidad Humana de Mesoamérica y el Caribe (Osmeca) ha revelado que 127.687 personas han atravesado el peligroso Tapón de Darién en lo que va de 2023. Esto significa un crecimiento de 640% en relación con 2022 cuando en ese mismo periodo – primer cuatrimestre – cruzaron 19.925.

Al respecto, monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá y segundo vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en declaraciones a Radio Hogar, ha señalado que cerrar la frontera panameña para frenar estos altos flujos “es imposible”.

Por tanto, apela a la caridad y a la fe: “Es cierto que hay límites humanos que debemos aceptar, pero nunca olvidarnos que con Dios el ser humano ha sido capaz de superar límites que parecen imposibles de vencer”.

Cultura del encuentro

La única respuesta válida al problema migratorio es “la cultura del encuentro” a la que “nos ha llamado el Papa”, porque “migrar deberá ser siempre una decisión libre pero también el no migrar es un derecho”.

Por ello, ha indicado que “nosotros también tenemos que incidir” y se pregunta “qué condiciones políticas se están dando” en los países de origen para aumentar la migración forzada. Entre los que menciona la corrupción, violación de los derechos humanos, violencia causada por quienes ejercen el poder.

La persona en el centro

Monseñor Ulloa ha invitado a acoger a los migrantes y evitar cualquier tipo de estigmatización, porque “la postura del buen cristiano es la solidaridad y misericordia”. Toda vez que invita al Estado panameño a “desenmascarar la trata de personas que está en el fondo de este desbordamiento”. Sobre todo aplicar todo el peso de la ley a los llamados coyotes.

Por ahora, “nos toca ahora a nosotros como comunidad de la fe es poner a la persona en el centro de nuestra atención seguir tendiendo siempre la mano a los migrantes que van a estar de paso por nuestro país”.

Demanda de las autoridades “respuestas concretas”, porque “se han hecho reuniones bilaterales desde la realidad panameña, pero no han sido posibles conseguir respuestas concretas. Yo creo que el problema migratorio traspasa realmente las realidades como país”.

Fuente: ADN Celam