El arzobispo Chung dice: “Nuestros jóvenes serán los líderes”
Tras el anuncio del Papa Francisco de que Corea del Sur acogerá dentro de cuatro años la próxima Jornada Mundial de la Juventud, la segunda en Asia tras la de Manila en 1995, el arzobispo de la capital subrayó: “Será un momento de gracia y una oportunidad para relanzar la pastoral juvenil en nuestra Iglesia. Pediremos la contribución de toda la sociedad y también la de los países vecinos”
Alessandro Di Bussolo y Francesca Merlo – Enviados a Lisboa
La Jornada Mundial de la Juventud volverá a Asia, en el 2027, 32 años después de la organizada en Manila, Filipinas, y que batió un récord de asistencia, casi cuatro millones de jóvenes en la Misa de envío y con unos cuatro millones de peregrinos en el parque Rizal. El Papa Juan Pablo II tuvo que utilizar un helicóptero para llegar al altar. El Papa Francisco acaba de anunciar que Seúl, capital de Corea del Sur, acogerá el próximo encuentro mundial de los jóvenes, como lo había pensado San Juan Pablo II e inaugurado en 1985.
Al comentar esta noticia el arzobispo de Seúl, Peter Chung Soon-taick, quien en una entrevista anterior recordó que, si bien el número de católicos en el país ha crecido en los últimos veinte años del 8,3% al 11,1%, no puede decirse lo mismo del número de jóvenes en las iglesias, porque Corea del Sur tiene la tasa de natalidad más baja del mundo, con sólo 0,8 hijos por pareja.
Por esta razón, la JMJ – dijo a los periodistas en la rueda de prensa posterior al anuncio del Papa – “podría convertirse en una excelente oportunidad para reunir a los jóvenes en torno a un proyecto que los haga protagonistas. Iniciaría un proceso y, una vez concluido, sería bonito compartir con todos lo que hemos vivido. Sería una ocasión misionera para compartir los valores del Evangelio en nuestra sociedad”.
La evangelización en Corea comenzó gracias a los laicos
El país asiático que hoy cuenta con más de seis millones de católicos, se recordó, debe su primera evangelización y difusión, hace más de doscientos treinta años, a una iniciativa del pueblo, de gente sencilla, y no de sacerdotes o misioneros.
Los laicos estudiosos, al entrar en contacto con los libros religiosos de Occidente, comprendieron y aceptaron el catolicismo como religión, no como estudio o literatura, y se dieron cuenta de que los sacramentos sólo podían ser administrados por los sacerdotes. Así, la comunidad católica comenzó a cruzar las fronteras con China para llevar sacerdotes a Corea, aun a riesgo de morir debido a la persecución del gobierno de la época.
Excelencia, ¿cómo vivió la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, sabiendo que en el 2027 la próxima será en Seúl?
En realidad, esta Jornada Mundial de la Juventud es una gran oportunidad para todos nosotros, porque aunque nuestra cultura y nuestro idioma sean diferentes, podemos sentir que somos el mismo pueblo de Dios, somos uno.
“Así que esta Jornada Mundial de la Juventud es una gran oportunidad para sentir este tipo de unidad en Cristo. La próxima vez en Corea, los que vengan a nuestro país descubrirán la cultura coreana, un sabor diferente, pero también sentirán la unidad en Cristo. Será una gran oportunidad y un momento de gracia”
Aunque estamos hablando del 2027, imagino que los preparativos comenzarán muy pronto. ¿En qué consistirán? ¿Y cómo piensa llevar a Corea esta unidad que describió aquí en Lisboa?
No es fácil responder en este momento, pero debemos debatir y rezar, y tal vez intentemos encontrar la manera de llevar esta unidad a Corea.
En términos prácticos, ¿qué aspectos funcionaron bien en esta ocasión en Lisboa que le gustaría repetir?
En la JMJ de Lisboa 2023 vi a muchos voluntarios. Trabajaron muy duro y con plena dedicación. Esto es una gran ayuda para una Jornada Mundial de la Juventud. Así que también en Corea nos gustaría invitar a muchos coreanos, no sólo jóvenes, sino personas de todas las edades a trabajar juntos, a colaborar como voluntarios. Serán de gran ayuda para el éxito de esta JMJ.
En términos de religiosidad en Corea del Sur, el catolicismo es minoritario. Entonces, ¿qué significa para la Iglesia coreana acoger la Jornada Mundial de la Juventud?
“Esta Jornada Mundial de la Juventud puede ofrecer una buena oportunidad para mejorar nuestra pastoral juvenil en Corea. Como he dicho antes, tras la pandemia de coronavirus que duró casi tres años, la pastoral juvenil se ha vuelto muy difícil en Corea”
Por eso, mientras preparamos la próxima Jornada Mundial de la Juventud, queremos aprovechar una especie de puesta al día de la pastoral juvenil en Corea, invitando a los jóvenes, pero no sólo a ellos, a reorganizar toda la pastoral juvenil. Esto significa que, durante la preparación de la próxima JMJ, los jóvenes coreanos se convertirán en jóvenes líderes en la Iglesia y en la sociedad. Nosotros los acompañaremos para que se conviertan en jóvenes líderes.
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