mayo 30, 2023 in Actualidad

El Movimiento Laudato si’, es una red mundial que impulsa el cambio

La Semana Laudato si’ llegó a su fin, pero el compromiso de los cristianos con el medio ambiente continúa. Es maravilloso ver, por ejemplo, el entusiasmo que se vive en esta alianza mundial para la protección de la creación que es el Movimiento inspirado en la encíclica de Francisco sobre la ecología integral. Lo dice Tomás Insua, su director ejecutivo.

Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano

Este domingo de Pentecostés concluyó la Semana Laudato si’, que cada año ofrece a las comunidades eclesiales la oportunidad de promover iniciativas y proyectos para cuidar el medio ambiente y sensibilizar sobre una relación armoniosa con la naturaleza. El acto global de clausura fue el envío misionero de los animadores de Laudato si’ y otros agentes pastorales comprometidos con el cuidado de la creación, durante la celebración litúrgica que tuvo lugar en Asís con el cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, y monseñor Domenico Sorrentino, obispo de la ciudad de San Francisco.

El llamamiento del Papa para detener la energía fósil

En días pasados se presentó en la Oficina de Prensa vaticana el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2023, que se celebrará el 1 de septiembre. En esa ocasión, el director ejecutivo del Movimiento Laudato si’ Tomás Insua, entre los ponentes, señaló que la preocupación expresada por Francisco por la continuación de la exploración y expansión de las infraestructuras de combustibles fósiles es “impopular entre las grandes potencias, independientemente de su posición en la división geopolítica”, potencias -señaló- que “siguen construyendo más y más pozos de petróleo y gas, oleoductos, minas de carbón y centrales eléctricas, exactamente lo que el Papa denuncia”. Por tanto, es necesario hacer oír la voz identificando en los participantes en la próxima cumbre COP28 de Dubai, como hace Francisco, a los interlocutores a los que dirigir un llamamiento que ya no puede ser ignorado.

Insua: un reto, el cuidado de la Creación, que implica a todos

Combatir la crisis climática y cuidar el medio ambiente, nuestra casa común, es un desafío para todos y a todos los niveles: Estados, empresas, comunidades civiles, iglesias y personas. Y el Movimiento Laudato si’ quiere ser una inspiración para el cambio. Tomás Insua explica en nuestros micrófonos los objetivos del Movimiento y describe sus acciones en las distintas regiones del mundo:

La denuncia del Papa sobre la destrucción del medio ambiente es tan fuerte como su preocupación, pero las potencias mundiales -como también nos recuerda su mensaje- parecen sordas a esta alarma, compartida por los científicos. ¿Qué se puede hacer?

Sí, desgraciadamente vemos que ocho años después del Acuerdo de París, los gobiernos han hecho ocho años de promesas que siguen sin cumplirse. Y, de hecho, el mensaje del Papa Francisco hace mucho hincapié en una cuestión en particular que es crucial y está en la raíz de todo el discurso del Acuerdo de París y es la necesidad a nivel energético de dejar de utilizar combustibles fósiles. El Papa hace una denuncia muy fuerte diciendo que esto es una locura: no podemos continuar y no sólo continuar sino incluso ampliar nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Hoy las grandes petroleras siguen explorando y buscando nuevas reservas de combustibles fósiles -petróleo, gas, carbón- cuando los científicos nos dicen que ya tenemos demasiados y nos dicen: ¡deténganse! Este es el llamamiento del Papa Francisco que desgraciadamente no se puede poner en práctica, ahora tendremos la COP28 y hay grandes dudas sobre si los gobiernos estarán dispuestos a implementar el Acuerdo de París, así que esperemos que este llamamiento del Papa sea recibido y puesto en práctica.

El impacto de las acciones personales en el medio ambiente también es importante y usted dice que posiblemente en la red…

Por supuesto, absolutamente sí, es fundamental. Todos tenemos que actuar y tenemos que hacer algo, pero dada la urgencia de la crisis tenemos que trabajar juntos, tenemos que trabajar en red porque si no el impacto de nuestras acciones es mínimo. No es lo mismo si uno, por ejemplo, cambia de banco -sabemos que hay grandes bancos y que casi todos financian estos proyectos de combustibles fósiles con el dinero de la gente común- y si uno cambia solo, por ejemplo ahora estamos como Movimiento Laudato sì promoviendo una campaña para cambiar de banco a favor de bancos éticos que inviertan en cambio en desarrollo sostenible -si uno lo hace solo no es lo mismo si en cambio lo hacemos todos juntos, lo hacemos todos. En este caso el impacto es mucho mayor y hay otros ejemplos que se pueden mencionar, pero la importancia de la red es crucial.

Imagino que viaja mucho por el mundo para seguir las iniciativas del Movimiento. ¿Qué encuentra allí? ¿Encuentra convicción, deseo de cambio?

Sí, es una maravilla ver los muchos frutos de la Laudato sì, tantas realidades, tantos grupos locales. Tenemos este programa de Laudato sì, que es un programa de formación para líderes locales que quieren animar a sus comunidades, y ya tenemos entre 12.000 y 15.000 de estos líderes en todo el mundo, en 150 países, que están empezando a mover y transformar la Iglesia y sus comunidades con este mensaje. Y hay algunos países, en particular, donde es increíble ver cómo la Iglesia, incluso a nivel institucional y no sólo de base, como la Iglesia en Brasil o la Iglesia en Filipinas, y algunas Conferencias Episcopales, están muy comprometidas en este frente. Por ejemplo, con la película La Carta sobre la Encíclica del Papa, una película preciosa, la Conferencia Episcopal brasileña está haciendo estos días una gran campaña de sensibilización en todas las diócesis. Pero también debemos admitir que en muchos otros países este compromiso todavía no es tan fuerte como debería ser. En muchos lugares, por desgracia, la Laudato si’ sigue siendo desconocida y la cuestión del cuidado de la creación sigue siendo un tema secundario, sin importancia. Así que es necesario que cada persona, cada católico, haga algo porque lo que se está haciendo no es suficiente, hace falta mucho más.

Y no sólo los católicos, es un reto que implica a todos los cristianos…

Ciertamente no sólo los católicos, porque la movilización por la Tierra es un camino ecuménico, en particular el Tiempo de la Creación, que tiene lugar en septiembre, es de hecho una hermosa iniciativa de carácter ecuménico, por lo tanto una oportunidad para trabajar juntos con nuestros hermanos y hermanas de las otras Iglesias cristianas y, hay que decirlo, muchas de ellas están mucho más adelante que nosotros. La Iglesia Ortodoxa, por ejemplo, puso en marcha programas e iniciativas muy importantes ya en los años ochenta, así que también nosotros tenemos mucho que aprender.




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