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“Es asumiendo actitudes de escucha y diálogo, como servicio, que podremos continuar construyendo la paz social, sobre la base de la justicia y equidad. Se tiene que superar el diálogo simulado o de mero cumplimiento, para dar paso al verdadero intercambio de ideas y pareceres, y así caminar hacia la consecución de objetivos comunes”.

Así habló Mons. José Rafael Quirós, arzobispo de San José, en su mensaje para este 1 de mayo, festividad de San José Obrero y Día Internacional de los Trabajadores, en la Catedral Metropolitana. En esta ocasión, el prelado abogó por el diálogo nacional, la defensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y la dignidad humana.

Monseñor expresó que: “Nos sentimos golpeados por los altos niveles de criminalidad, el empobrecimiento de muchos hermanos, el no deseado porcentaje de desempleo, la falta de oportunidad laboral para muchos, especialmente jóvenes y mujeres, y otras situaciones que nos entristecen, más el Señor, como a José, nos dice: “¡No tengan miedo!” (Mt. 1,20)”.

Inmediatamente, el prelado hizo referencia al clamor de diversos sectores agrícolas, quienes aseguran ser perjudicados por políticas emprendidas en la actual administración del presidente Rodrigo Chaves, entre ellas, la llamada Ruta del Arroz. Por eso, han llevado a cabo una serie de manifestaciones para mostrar su descontento y solicitar la apertura de un diálogo con el gobierno.

El arzobispo considera fundamental dar paso al proceso de diálogo solicitado por los agricultores, así como el diálogo sincero, eficaz y respetuoso con otros sectores que desean manifestar sus demandas y posibles vías de solución a los problemas nacionales.

Para Mons. Quirós es preocupante y doloroso el debilitamiento del sector agrícola en Costa Rica. “Se ha perdido capacidad productiva de alimentos básicos como el arroz, los frijoles, el maíz y otros, y se ha conducido a la dependencia de la importación de alimentos, debilitando así la soberanía alimentaria”, expuso.

Reflexionó en los peligros que esto representa en términos de seguridad alimentaria, así como en el acceso a los alimentos por parte de la población, especialmente, los más pobres. “Es necesario el apoyo y escucha de nuestros agricultores, algo que no puede posponerse”, exclamó.

El pastor arquidiocesano aprovechó nuevamente para reconocer y agradecer a los trabajadores de la Caja Costarricense de Seguro Social, por “su trabajo patriótico para salvar vidas”. “Su entrega ha sido realmente un hermoso testimonio de amor al prójimo”, añadió.

En esa línea, Monseñor meditó sobre la necesidad de fortalecer esta institución para que tenga siempre “rostro humano y samaritano”, y preste con eficiencia sus servicios.

También se refirió al cuidado del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), la necesaria ejecución de obras de infraestructura hospitalaria, la reducción de listas de espera y otros temas, a fin de salvaguardar el derecho humano a la salud. “La Institución pertenece a todos los costarricenses, se le ve como patrimonio de todos y así debe continuar considerándosela”, concluyó.

En la ceremonia litúrgica participaron representantes de organizaciones de trabajadores, sindicatos, cooperativas y sector empresarial. También estuvieron presentes: el rector de la Universidad Nacional, Francisco González; Andrés Romero y Juan Manuel Cordero, ministro y viceministro de Trabajo y Seguridad Social correspondientemente.

Fuente:ecocatolico.org