Comunicado de prensa: Ser responsables unos de otros.
Costa Rica vive momentos en que la vacunación contra el COVID-19 ha tenido los efectos necesarios y cada vez es más la población que se ha protegido con una o más dosis para combatir este virus. No obstante, en las últimas semanas también se ha dado un aumento de casos y un relajamiento en las medidas, las cuales todos debemos cumplir.
Por ese motivo, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, mantienen el llamado a vacunarse y han brindado una declaración al respecto.
“Consideramos importante el esfuerzo del país por vacunar, desde que el 24 de diciembre de 2020 se colocaron las primeras dosis. Confiamos que las nuevas autoridades de Gobierno, como también lo han anunciado, sigan haciendo el esfuerzo por disponer las dosis necesarias para la población”, expresaron.
Los obispos reiteran el llamado a buscar de manera voluntaria la necesaria protección que produce la vacuna contra el COVID-19.
Respecto al uso no obligatorio de las mascarillas anunciado por el nuevo Gobierno, la Conferencia Episcopal de Costa Rica siempre se ha mantenido respetuosa de las decisiones que han ido disponiendo, en particular, las autoridades sanitarias y, en general, las autoridades gubernamentales. Desde la Iglesia, se mantiene el llamado a cuidarnos y ser responsables unos de otros, sabiendo que el don sagrado de la vida es el derecho más importante que debemos proteger.
“Nuestro llamado es a ser prudentes, a que, si nos encontramos durante más de 30 minutos en un solo lugar y con distanciamientos menores a 1,5 m., podamos seguir usando la mascarilla, en la libertad de conciencia”, manifestaron.
Los obispos recordaron el numeral 1782 del Catecismo de la Iglesia Católica: “El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. No debe ser obligado a actuar contra su conciencia”.
En esta perspectiva, el llamado de los obispos es a mantener el uso de la mascarilla, especialmente en las personas más vulnerables; piden prudencia e instan a los fieles a usar la mascarilla en los templos y, en general, a todas las personas, en sitios cerrados, en los cuales se permanece un tiempo considerable junto a otras personas.
Reiteran el llamado a la población a mantener los protocolos de tos y estornudo, al lavado constante de manos y a no exponerse si presentan síntomas de resfrío.
Con la confianza en Dios, y mediante la intercesión de la Virgen María, Reina de los Ángeles, los obispos confían en que todos juntos podamos salir adelante.
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