abril 19, 2022 in Actualidad

MENSAJE PARA EL TIEMPO DE PASCUA DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COSTA RICA

 

«¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado» San Lucas 24, 5-6

Como pastores del pueblo de Dios enviamos nuestro gozoso saludo pascual al Pueblo de Dios en nuestro país, tras haber celebrado los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo durante la Semana Santa.

Luego de dos años de pandemia, provocada por el COVID-19, el pueblo fiel católico volvió a celebrar, en los templos y en las calles, los misterios de la fe, hecho que nos llena de regocijo y agradecimiento profundo en el Señor, pues nos ha permitido reavivar nuestro espíritu, encontrarnos presencialmente y alimentar nuestra esperanza común.

«Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe», (I Corintios 15, 14).  Hemos vivido y celebrado el misterio pascual con la mirada puesta en Cristo Resucitado, quien ha vencido la muerte.  Por ello, este tiempo de la Pascua, que vive la Iglesia, es tiempo de gracia y tiempo propicio para redescubrir que nuestro futuro no está en el frío y el vacío de un sepulcro, sino que está más allá, en la eternidad.  ¡Esto es lo que creemos y vivimos los cristianos!

Al mismo tiempo, la resurrección de Jesucristo nos abre el horizonte a la esperanza:  esperanza de una vida y un país mejores; esperanza de que la pandemia terminará y que podremos superar una serie de brechas que afectan a nuestros hermanos más vulnerables.

Sintámonos animados por lo que nos manifiesta el Papa Francisco:  «De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo:  ‘Alégrense’ (Mt 28, 9).  Es la primera palabra del Resucitado después de que María Magdalena y la otra María descubrieran el sepulcro vacío y se toparan con el ángel.  El Señor sale a su encuentro para transformar su duelo en alegría y consolarlas en medio de la aflicción (cfr. Jr 31, 13).  Es el Resucitado que quiere resucitar a una vida nueva a las mujeres y, con ellas, a la humanidad entera. Quiere hacernos empezar ya a participar de la condición de resucitados que nos espera» (17 de abril, 2020, meditación en revista española Vida Nueva).

La intensa y concurrida celebración de la Semana Santa, en cada una de nuestras comunidades parroquiales, a lo largo y ancho de todo el país, nos anima a redescubrir los valores de un pueblo creyente.  Agradecemos, también, el respeto con el cual esta fe se ha manifestado y vivido.  Sin embargo, esta celebración no se puede quedar sólo en un momento determinado o en una época especial.

Nos dice el Santo Padre, en su Encíclica Lumen Fidei, n. 51:  «La fe permite comprender la arquitectura de las relaciones humanas, porque capta su fundamento último y su destino definitivo en Dios, en su amor, y así ilumina el arte de la edificación, contribuyendo al bien común».

Precisamente, nuestro llamado es a continuar manifestando nuestra fe en cada lugar en que nos encontremos, en toda situación que enfrentemos, en todo momento que sea necesario para contribuir a mejorar nuestra sociedad.

Camino al cambio de mando en nuestras autoridades de gobierno, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo, les hacemos un llamado a poner la mirada en el mejoramiento y crecimiento del país, teniendo en cuenta sus principales problemáticas; más aún, poniendo en el centro de cada una de las decisiones que se tomarán a la persona humana.

Agradecemos a las autoridades salientes y saludamos de modo especial al presidente de la República Carlos Alvarado Quesada.  Agradecemos todos los esfuerzos que el gobierno, que está por terminar, ha realizado por Costa Rica; sabemos los duros momentos vividos a causa de la pandemia.

Una vez más, imploramos sobre el presidente electo, Rodrigo Chaves Robles, y por todos quienes ingresarán a trabajar en la función pública a partir del mes de mayo, la bendición del Señor para que puedan ejercer sus cargos con sabiduría, humildad y acierto.

Que podamos proclamar la Buena Noticia de la resurrección de Cristo con nuestra vida, dando testimonio de amor y fraternidad.  Este llamado es especialmente para el pueblo fiel católico y para todos los creyentes en general.  Del mismo modo, exhortamos a toda la población a construir los lazos que nos permitan fortalecer nuestra nación, en solidaridad, desarrollo integral, paz y justicia social.

Como decíamos en nuestro mensaje para el tiempo de la Cuaresma:  «la verdadera felicidad está en entregarnos por completo, nos pondremos en el camino de la solidaridad que nos ayudará a construir una sociedad mejor, más fraterna y más justa».  Sigamos, confiados en el Señor Resucitado, y fortalecidos por su entrega amorosa, por este camino que nos permita pensar en el otro para crecer como país.

Pedimos la intercesión de la Virgen María, Reina de los Ángeles y patrona de Costa Rica, al tiempo que aseguramos nuestra oración por todo el pueblo costarricense.

En la sede de la Conferencia Episcopal, San José, a los 17 días del mes de abril del año 2022, Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.

JOSÉ MANUEL GARITA HERRERA

Obispo de Ciudad Quesada

Presidente

DANIEL FRANCISCO BLANCO MÉNDEZ

Obispo Auxiliar de San José

Secretario General




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